A las doce me levantaron de la cama, me volví a sentar en el mismo sillón no encendi el televisor, ya estaba encendido, y medio dormido y despierto oia y veia el concierto de año nuevo, y ahí estuve hasta que me dejaron coger el ordenador, hice algún pinito en mi blog, y a eso de la 1,30 horas de la madrugada me volví a la cama, con el mismo pijama que me puse diecisiete horas antes.
Así me pase el primer día del año 2009.
Hoy segundo día del año, a las 10,00 horas me he levantado, y he ayudado a recoger cosas del desorden que se había organizado, y en el que felizmente habíamos colaborado toda la familia, pero luego solo mi mujer y, bueno yo un poco, hemos ordenado.
Cogí la maquina fotográfica para saber que había fotografiado, y ¡caray! una pila, pero no os preocupeis que no voy a dar la lata con ellas, solo algunas de los fuegos artificiales que desde el balcón vimos, los que por esta zona de Vigo vivimos
Y para que no creáis que es mentira lo del follón, pongo esta imagen de como segundos antes de las doce de la noche lo bien desordenada que estaba la mesa. (sin animo de hacer propaganda)
Seguro que si alguno ha llegado hasta aquí se preguntara que pretendo con este royo decir, (si con Y, royo se dice de las frutas que no están maduras o de los alimentos mal cocidos) y esto que estoy escribiendo ni está maduro ni bien cocido. Pero intentemos seguir.
Cualquier atisbo de felicidad, los seres humanos pretendemos manifestarlo con armar ruido alboroto, y ello no es malo, pero no es suficiente, la felicidad, es un compromiso que tenemos adquirido y estamos obligados a vivirla y hacerla vivir a los demás todos los días de nuestra vida, y no solamente esos días que perecen están puestos para pasar el tramite, y que al día siguiente la resaca no nos deja continuar; "viviendo la autentica felicidad de vivir"
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