Es verdad; pues reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos;
y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
de estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son. _________________________________
con todo el cariño de tu padre
1 comentario:
Vertolán, elegir este monologo es un acierto, siempre he sentido predilección por Segismundo encerrado en su torre, debatiéndose entre el destino que le marcan y la libertad de elegir su propia vida. Aunque, por si no lo conoces, en La vida es Sueño hay un anterior monologo bastante significativo del mismo personaje (Ay mísero de mi, ay infelice…).
Cambiando de obra, otro personaje curioso e interesante es Sísifo, condenado por los dioses a arrastrar su piedra hasta la cima de una montaña, puede que algún día encuentres tiempo para comentar en tu página tu opinión del ensayo que Albert Camus hizo del mito griego adaptable a cualquier hombre de hoy, es fácil de conseguir por internet.
Y enhorabuena por la página!
Publicar un comentario