domingo, 1 de febrero de 2009

DIOS TAMBIÉN VIAJA EN AUTOBÚS

Hace unos días en la reseña que titulé; sencillez altanería , manifestaba mi sorpresa por lo inverosímil de una campaña publicitaria, donde se hacia publicidad de la no existencia de lo que se publicitaba.
Ayer, uno de los reportajes de Informe Semanal se tituló ¿Viaja Dios en bus?, reportaje donde se ampliaba la información del porque unos hombres y mujeres, quieren, ocultos tras una campaña publicitaria, manifestar su ateísmo.
Es cierto que fue entrevistada la persona promotora de la idea, una mujer inglesa que está exportando a todos los países, donde como en este reino de 17,4 taifas, encuentre un seguidor, como aquí lo encontró que también fue entrevistado, y una empresa de transporte, que este dispuesta para mejorar su cuenta de expoliación, a poner los anuncios en sus autobuses,
«Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y goza de la vida», es lo se inserta en los laterales de los autobuses.
A mi no me parece ni bien ni mal, me parece sencillamente incomprensible que alguien se gaste el dinero, (claro que mientras sea su dinero vale, ¡esperemos que no.......!), para intentar convencer a los demás de algo que ellos mismos no tienen seguro, pues de no ser así la palabra "probablemente" no la emplearían.
Mientras veía el programa leía, claro así algunas veces no me entero de ni una cosa ni de otra, y en esa lectura me encontré con un pensamiento de Blaise Pascal, que ciertamente desconocía, pero ha sido el que me ha hecho volver a escribir sobre:

¡¡Dios también viaja en autobús!!.
Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe. Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay Alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo.
Blaise Pascal 1623-1662. Científico, filósofo y escritor francés.
Quizás este pensamiento parezca egoísta, para mi me parece falto de fe, pero lleno de esperanza.
A José Saramago escritor, considero que tiene fe, una fe muy particular, pero le falta caridad, porque caridad no solo es dar, sino reconocer lo que recibes, y así es como interpreto su reciente manifestación:

"La enfermedad tan grave que sufrí no cambió mi visión sobre Dios. No necesitamos a Dios"
(declaracion publicada en El Correo Gallego el 30 noviembre 2008)
José Saramago 1922.- Escritor premio Nobel 1998 de literatura portugués

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