Cuando en la década de los años cincuenta del siglo pasado, llegaba el Domingo de Ramos, y con él el inicio de la Semana Santa, en ese día se reflejaba de como se iba forjando la esencia de todas las personas, expresado exteriormente en la vestimenta y en el semblante, en el espíritu y en la fe interiormente. Y así cuando al inicio de la década nuestros pantalones eran cortos por encima de las rodillas, al final de la década ya eran pantalones largos, algunos incluso pasamos por unos intermedios los "bombachos" , y ellas eran unas niñas mocosas que no sabia darle una patada a una pelota, por lo que era mejor pasar de ellas, hasta que se convirtieron en unas "chavalas" imponentes que pasaban de todos los "imberbes".
Con ilusión recibíamos el Domingo de Ramos, era un día jubiloso. Pasados dos o tres años, percibíamos que el Domingo de Ramos duraba muy poco y en cambio los días de silencio y respeto eran mas largos, ya que el jueves desde que nos despertábamos, hasta el domingo a media mañana, no se podía cantar ni jugar, el recogimiento y la oración era el motivo de vida. Pasaron tres o cuatro años más, y conocimos que la Semana Santa no era solamente la tristeza por la muerte en la Cruz, había algo mucho mas importante que todo aquello, la Resurrección de Jesucristo, pues con ello volvía la alegría y el orgullo de ser cristiano. Y es que el fundamento del Cristianismo es el hecho de Jesús su Vida su Muerte su Resurrección, y en el gran Misterio de quedarse con nosotros en la forma de pan.fuente imagen Internet, música obertura de Jesucristo Superstar.
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