San Jorge |
El azar hizo que un día, la seleccionada fuera la princesa del lugar, su padre, el rey. pidió por la vida de su hija, pero sin éxito, y eso que dicen algunos mal intencionados autores, que el rey fue el que nombró guarda de la fuente al execrable dragón.
Cuando la princesa estaba a punto de ser devorada, se escuchó el trotar de un caballo, cabalgado por un esbelto y joven jinete, este, se abalanzó con su lanza sobre el dragón y clavando en la garganta la espada lo mató, salvando así a la princesa y a todo el pueblo, que agradecido abandono el paganismo.
Y habida cuenta, repito, que ese joven jinete eras tú Jorge, ahora San Jorge, me permito pedirte que nos liberes de los dragones que hoy sin forma de tal, nos están secando las fuentes, de la vida de la libertad, de la ilusión, y obligándonos a ingerir el brebaje que ellos quieren.
No hace falta que emplees ni la lanza ni la espada, pero como tardes mucho van a ser los dragoncitos los que empleando el fuego de sus lenguas se destruirán los unos a los otros, pero en esas luchas fratricidas se llevarán por delante, todo lo que puedan y algo más.
Agradeciendo escuches mi impetración, con todo respeto recibe mi felicitación, pues hoy en este lugar del universo celebramos tú onomástica.
enlace fuente
http://www.articulos.hispagenda.com/?p=397
http://perso.wanadoo.es/antonio.jaraba/sanjorge.htm
http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/438.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario