jueves, 9 de abril de 2009

JUEVES SANTO

Llegado el primer día de los Ácimos, Jesús envía a Pedro y a Juan a Jerusalén diciéndoles: Cuando entréis en la ciudad encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua, seguirlo y entrar en la casa donde él entre, y decid al dueño: ¿Dónde está el aposento, en donde ha de comer la Pascua Jesús con sus discípulos? Él os mostrará un cenáculo aderezado, que dispondréis para todos nosotros. Partieron los discípulos hallaron como les había dicho y prepararon la Pascua.
Llegada la tarde y cuando fue la hora, se sentó a la mesa, con los apóstoles y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios.
Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Al oír estas palabras los discípulos se entristecieron en gran manera, y cada uno de ellos a le preguntaba: ¿Soy yo, Señor?
Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar. ¡Ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.
Entonces respondiendo Judas Iscariote dijo: ¿Soy yo, Maestro? Y Jesús le dijo: Tú lo has dicho. Lo que haces, hazlo presto. Ninguno de los demás discípulos entendió lo que Jesús decía
Ya era noche cuando Judas se salió del cenáculo. Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús:
Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él. Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; y como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir.
Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; mas me seguirás después. Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti. Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, te digo: Antes de que el gallo cante, me habrás negado tres veces.
Y quiero daros un mandamiento nuevo: Que os améis unos a otros; como yo os he amado. En esto conocerán todos que sois mis discípulos.
Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Que se da por vosotros: haced esto en memoria mía
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
Y de este modo, Jesús instituyó uno de los grandes pilares del fundamento del Cristianismo la Eucaristía.

He pretendido escribir los pasajes del nuevo testamento, la Entrada en Jerusalén y La Ultima Cena, tal como recuerdo cuando era niño de mi madre los aprendí.

Imagen: paso procesional obra de Fernando Mayoral pintor y escultor

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