Estaba pensado que saltar en uno de esos artilugios, no tiene ningún tipo de objetivo o finalidad pero si un riesgo innecesario a cambio de nada, salvo una subida de la adrenalina, y sin contar como se habrán montado eso, con unos tornillos clavados 😯 en la arena de la playa, y. . . . .(😊)
y sin más se subió a
este nuevo columpio y disfrutó un buen rato hasta que otro niño le dijo: ¡me toca
a mí! (😉)
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