martes, 20 de noviembre de 2012

ENCOMIENDA DE SAN ISIDORO

En Ceuta está don Julián,    / en Ceuta la bien nombrada; 
para las partes de aliende   / quiere enviar su embajada. 
Moro viejo la escribía       / y el conde se la notaba;  
después de haberla escrito   / al moro luego matara.
Embajada es de dolor,        / dolor para toda España; 
las cartas van al rey moro   / en las cuales le juraba 
que si le daba aparejo       / le dará por suya España.
España, España, ¡ay de ti!   / en el mundo tan nombrada,
la mejor de las partidas,    / la mejor y más ufana, 
donde nace el fino oro       / y la plata no faltaba,  
dotada de hermosura          / y en proezas extremada; 
por un perverso traidor      / toda eres abrasada, 
todas tus ricas ciudades     / con su gente tan galana 
las domeñan hoy los moros    / por nuestra culpa malvada,
si no fueran las Asturias,   / por ser la tierra tan brava.
El triste rey don Rodrigo,   / el que entonces te mandaba,
viendo sus reinos perdidos,  / sale a la campal batalla, 
el cual en grave dolor       / enseña su fuerza brava; 
mas tantos eran los moros    / que han vencido la batalla. 
No parece el rey Rodrigo,    / ni nadie sabe do estaba.
¡Maldito de ti, don Oppas,   / traidor y de mala andanza! 
En esta negra conseja        / uno a otro se ayudaba.
¡Oh dolor sobremanera!       / ¡Oh, cosa nunca pensada!,
que por sola una doncella,   / la cual Cava se llamaba,
causen estos dos traidores   / que España sea domeñada,
y perdido el rey señor,      / sin nunca de él saber nada.
La venganza del conde don Julián. Romance anónimo.

Hacia el año 710 tras la muerte de Witiza. se suceden los enfrentamientos por el trono del Estado Visigótico, un reino geográficamente perfecto que domina toda la Península, pero carente de cohesión. Los pretendientes a la corona, don Rodrigo en el sur de la península y en el norte, Agila II, se sitúan en perspectivas diferentes.
don rodrigo último rey godo
Don Rodrigo consiguió la mayoría de los apoyos en la asamblea electoral de los nobles, era por tanto, el rey legítimo según el derecho visigodo, y como tal fue elegido y proclamado rey en Toledo por el Senatus de la aristocracia visigoda.
Hispania visigótica hacia el año 700, antes de la invasión musulmana 
Sin embargo, Agila II que era dux de la Tarraconense, recibió el apoyo de un sector de la nobleza, seguidores del clan witizano. Agila II gobernó en el Nordeste en el sur de Francia, en la actual Cataluña y en el valle del Ebro, es decir, las provincias visigodas de Iberia y Septimania, en parte equivalentes a las antiguas provincias romanas de Narbonense y Tarraconense e incluso acuñó monedas propias. Puede que incluso fuese, desde 708, rey asociado a Witiza, a cuyo clan parece que pertenecía, quizás, como algunas fuentes lo citan, al ser hijo suyo.

El reino, pues, estaba en una situación de conflicto civil o al menos, dividido. A los pocos meses de haber subido Rodrigo al trono, los partidarios de Agila II, creyendo que podría utilizarse a los musulmanes, que ya había ocupado Ceuta y Tánger, como instrumento a las luchas civiles, enviaron delegaciones al norte a África para buscar el apoyo militar de los árabes y bereberes del norte de África..

∫≈Que nadie usurpe el trono violentamente, ni atice la discordia, ni conspire contra los reyes. . ., para que así, protegidos por la concordia de la unidad, no tengamos que lamentar la destrucción de la Patria≈∫
De este modo San Isidoro exhortó al pueblo.

Pero este exhortó parece no lo escucho el conde don Julián, bereber bizantinizado, señor de Ceuta jefe de los bereberes gumara de la zona de Tanger, que había mantenido estrechas relaciones comerciales con Witiza, y que al faltarle la ayuda visigoda, y deseoso de vengar el deshonor que le había infringido don Rodrigo en su hija Florinda, animó a Musa ben Nusayr a la conquista de la Península.

Y así tras varias escaramuzas ordenadas por Musa, desembarcan en Gibraltar al mando de Tariq, lugarteniente de Musa, unos siete mil hombres, a los que más tarde se le unen otros cinco mil de refuerzo, logrando victorias sobre fuerzas locales. Don Rodrigo que se hallaba en Navarra con el grueso del ejercito visigodo, acude a hacer frente al nuevo peligro.
la batalla de guadalete
Y tres meses después del desembarco del 19 al 26 de Julio del año 711, se da la batalla de Guadalete, donde el propio rey don Rodrigo, abandonado por muchos de los godos, desaparece del combate, en el que sin duda encontró la muerte.

La disolución interna del Estado Visigótico, las pugnas palaciegas, la pasividad y estupor de nobles y plebeyos, allanaron el camino para la invasión islámica en la Península.

Y hoy, transcurridos 1300 años, continúan mandatarios y poderosos de España, haciendo oídos sordos a la encomienda de San Isidoro.

enlaces
San Isidoro de Sevilla
la batalla de guadalete y el romancero
don rodrigo el último rey godo
el romancero
los reyes godos
reyes visigodos
el-moro-muza-o-como-se-perdio-españa

No hay comentarios: