Isaías 7: 10 - 14
10 Volvió Yahveh a hablar a Ajaz diciendo:
11 «Pide para ti una señal de Yahveh tu Dios en lo profundo del seol (שאול) o en lo más alto.»
12 Dijo Ajaz: «No la pediré, no tentaré a Yahveh.»
13 Dijo Isaías: «Oíd, pues, casa de David: ¿Os parece poco cansar a los hombres, que cansáis también a mi Dios?
14 Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.
Mateo 1: 18 - 24
18. La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre María, estaba desposada con José, antes de que viviesen juntos, se encontró en cinta por obra del Espíritu Santo.
19. José, su esposo, como era justo y no quería delatarla, se proponía repudiarla en secreto.
20. Así los tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María tu esposa, porque su concepción es del Espíritu Santo.
21. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús (Salvador), porque Él salvará a su pueblo de sus pecados".
22. Todo esto sucedió para que se cumpliese la palabra que había dicho el Señor por el profeta:
23. Ved ahí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán el nombre de Emmanuel, que se traduce: "Dios con nosotros".
24. Cuando despertó del sueño, hizo José como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su esposa.
En este Cuarto Domingo de Adviento el evangelista San Mateo, nos presenta a un desasosegado José, ya que María con la que estaba desposado, antes de que viviesen juntos se encontró en cinta.
¿Qué conflictos se levantaron en el corazón de José?. Él no dudaba de María, pero tampoco podía negar de la vida que en su seno llevaba. Así que la repudiaría en secreto, para de este modo protegerla y tenerla a su lado, pues su amor estaba impregnado de confianza hacia María.
Pero José había sido el elegido de Dios para que cuidara y protegiera a la Madre de su Hijo amado, y para disipar sus temores y llenarlo de serenidad, el Señor le envió el Ángel.
Hoy que parece que todo va mal, como si la extorsión, la corrupción, la maldad, el hambre imperaran en el mundo, hoy que parece que no hay solución, hoy que el desasosiego, como a José, invade nuestros corazones, hoy, tenemos que tener más fe y esperanza, pues la Natividad de Jesús nos dice que no temamos, ya que Dios nos envía a su Hijo, para hacer de toda la humanidad, algo merecedor de Él mismo.