RTU

desde la habitación del hospital

 Hoy pretendo, no sé si lo conseguiré relatar, que el pasado miércoles día 24 de
septiembre 2025, fui citado para que a las trece horas me presentara en el Hospital Meixoeiro, pues querían realizarme una intervención quirúrgica.

 En el mencionado hospital, a la hora indicada me presenté, no con mucha gana, pues sabía que una vez más una puñetera sonda, los galenos,  por el pene meterían para realizar una RTU de tumor vesical. No era ese el temor pues tal prueba la harían con anestesia raquídea la efectuarían, sino que luego la dejaría hasta que el pis limpio saliera.
Todo fue bien, hasta que la anestesia dijo “ya no aguanto más”, y el pene me empezó a doler cuando anochecida.
Ya he perdido las veces que me ha hecho tal puñetería, pero, quizás por ser la última, toda la noche con un dolor insoportable la pase, pese a que no sé cuántos analgésicos por vena me pusieron, haya sido la peor que recuerdo.
Y aquí estoy haciendo esta reseña, para recordar en el futuro, lo que hoy me hicieron, con su mejor propósito,  
Todo empezó un sábado doce de noviembre de 2011,  cuando en urgencias, del entonces el hospital, conocido popularmente por El Pirulí, me presenté y lo que pasó plasmado en Sondaje Vesical lo deje.
Aquella fue la primera, no recuerdo, o no quiero recordar, cuantas veces me han intubado, (creo es correcta esta palabreja)
La que recuerdo, la algalia que en Madrid me pusieron, y que en la reseña de Hacer Pipí lo cuento.
Resumen de todo esto, aunque parezca que me quejo, no es que me queje, es que llevo cinco mil ciento veintiséis días, a vueltas con la dichosa sonda, y al compás de cada tres por cuatro, en mi vida aparece.

Y ciertamente no me he de quejar, es peor lo que el Sanchismo esta haciendo con su política propia del nacismo, pero eso ahora lo dejare para la próxima reseña.

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El Debate