Pero él no ahorraba para conseguir algo, sólo amaba su dinero por encima de cualquier otra cosa, simplemente era un auténtico tacaño.
Unas semanas antes de morir, le dijo a su esposa:
-“Escucha, cuando muera quiero ser enterrado con todo mi dinero. Mételo en una caja y colócalo junto a mí en mi ataúd, porque quiero poder llevarlo conmigo en la otra vida”.
Ella le prometió de corazón que así lo
haría.
“Primero lo metí en mi cuenta bancaria y luego le extendí un cheque a su nombre. Puede ir a cobrarlo cuando quiera”.
refranero
A rico no llegarás, pero de tacaño te pasarás
La mujer y la raposa, astutas y engañosas.
Y finalmente un día murió.
El día del entierro oficiaron la misa en el cementerio. Su mujer, familiares y amigos allí se hallaban congregados.
Concluida la ceremonia fueron a cerrar la pompa fúnebre, ella se levantó y pidió a los enterradores que esperaran un segundo. De su bolso sacó una caja de zapatos, que con cuidado la colocó en el ataúd. Y después de sellarlo, lo enterraron.
Una amiga de la familia, sabedora de las últimas voluntades del difunto, se acercó a ella y le dijo:
-“Espero que no estés tan loca como para haber puesto en esa caja todo el dinero de ese viejo tacaño”.
-“Claro que sí”, respondió la anciana. “Soy una buena cristiana y no puedo mentir”.
-“¿Quieres decir que pusiste todo en ese ataúd?“, le increpó su amiga.
-“Si, todo junto como
prometí”, dijo la esposa. El día del entierro oficiaron la misa en el cementerio. Su mujer, familiares y amigos allí se hallaban congregados.
Concluida la ceremonia fueron a cerrar la pompa fúnebre, ella se levantó y pidió a los enterradores que esperaran un segundo. De su bolso sacó una caja de zapatos, que con cuidado la colocó en el ataúd. Y después de sellarlo, lo enterraron.
Una amiga de la familia, sabedora de las últimas voluntades del difunto, se acercó a ella y le dijo:
-“Espero que no estés tan loca como para haber puesto en esa caja todo el dinero de ese viejo tacaño”.
-“Claro que sí”, respondió la anciana. “Soy una buena cristiana y no puedo mentir”.
-“¿Quieres decir que pusiste todo en ese ataúd?“, le increpó su amiga.
“Primero lo metí en mi cuenta bancaria y luego le extendí un cheque a su nombre. Puede ir a cobrarlo cuando quiera”.
refranero
A rico no llegarás, pero de tacaño te pasarás
La mujer y la raposa, astutas y engañosas.